Aunque la movilidad eléctrica gana terreno a nivel mundial, en el Perú su adopción sigue siendo limitada debido a la falta de incentivos estatales, según advirtió Ernesto Zapata, gerente general de San Bartolomé, empresa líder en transporte sostenible.
“El Perú lamentablemente no ofrece ningún tipo de apoyo, ni para el gas natural ni para la electromovilidad. Todo lo que se ha logrado ha sido por iniciativa privada”, declaró Zapata, en referencia al esfuerzo de la compañía por introducir tecnologías más limpias en el transporte pesado.
No obstante, el alto costo de adquisición sigue siendo un obstáculo. “El precio de las unidades eléctricas aún es muy elevado. Sin exoneraciones tributarias ni apoyo estatal, difícilmente resultan viables para muchas empresas de transporte que buscan un retorno financiero claro”, explicó.
Ante este panorama, el ejecutivo proyecta que la electrificación masiva del transporte pesado en Perú podría tardar entre 8 y 10 años, a menos que el gobierno implemente medidas concretas. “Mientras tanto, el gas natural seguirá siendo la matriz energética clave para el sector”, afirmó.
Como parte de sus avances, San Bartolomé ha incorporado su primera unidad eléctrica al mercado: un camión mixer de su representada CAMC, que será probado en operación por una reconocida empresa de concretos. “Hemos hecho un esfuerzo importante con la fábrica para traer esta unidad. Pero los papeles y el Excel dicen una cosa; lo importante es cómo se comporta en el campo real”, añadió.
De hecho, San Bartolomé continúa liderando la transición hacia combustibles más limpios, con más de 500 vehículos a gas natural entregados hasta la fecha y una proyección de 350 unidades adicionales para este año. Los principales sectores atendidos incluyen transporte de carga pesada, distribución urbana, logística y movimiento de contenedores.
En términos de resultados comerciales, la empresa estima cerrar 2025 con una facturación cercana a los 100 millones de dólares, solo en el rubro de camiones, sin contar sus operaciones en posventa, talleres y servicios de mantenimiento. “Estamos viendo un crecimiento agresivo, lo cual también nos lleva a reforzar nuestra red nacional de soporte técnico y repuestos”, señaló Zapata.
Finalmente, destacó que el uso del gas natural peruano no solo reduce costos operativos y emisiones, sino que además genera empleo local y estabilidad de precios. “Hoy, más que nunca, necesitamos soluciones energéticas viables y sostenibles. El gas natural lo es, y está disponible. Solo falta la voluntad de aprovecharlo al máximo”, afirmó.
En ese sentido, destacó que la experiencia de San Bartolomé con el gas natural comprimido (GNC) y licuado (GNL) ha sido exitosa: “Tenemos clientes que han reportado ahorros de hasta 63% en comparación con el diésel, y una reducción de emisiones del 25%. Eso ha hecho que el mercado de remolcadores a gas natural pase de representar solo el 1.5% hace tres años, al 15% el año pasado. Este año esperamos cerrar en 25%”.
Zapata concluyó que, si bien la electrificación es el futuro, “hoy necesitamos soluciones viables y sostenibles. El gas natural es una de ellas, y Perú tiene una ventaja natural que aún no estamos aprovechando plenamente”.