Durante el Congreso AMEXGAS 2025, se reunieron los principales actores del sector hidrocarburos y de la movilidad sostenible para evaluar los avances, desafíos y oportunidades vinculados a la transición energética en Latinoamérica.
En ese marco se desarrolló el panel “Oportunidad en autogás”, que contó con la participación de Jovan Pastor, presidente de la Sociedad Peruana de Gas Licuado (SPGL); Samuel Garza, director ejecutivo de la Fundación GLP; y Cinch Munson, director de Desarrollo Empresarial de la World Liquid Gas Association. Durante la sesión, los especialistas analizaron el rol que pueden asumir los combustibles alternativos para acelerar la descarbonización del transporte en los países de la región.
“El autogás es una alternativa real, probada y plenamente preparada para escalar. Sus beneficios no son teóricos: reduce CO₂, disminuye hasta en 50% los NOx y prácticamente elimina el material particulado, impactos que se traducen en mejoras directas en la salud pública y en la calidad del aire. Para las ciudades que enfrentan niveles críticos de contaminación, esto no es una promesa futura; es una solución lista para implementarse hoy”, afirmó Pastor.
Las cifras presentadas durante el encuentro reafirmaron el liderazgo de Perú en la adopción de autogás. Actualmente, más de 650 mil vehículos operan con GLP y existen 1,700 estaciones de servicio que conforman una de las redes más amplias de Latinoamérica. Además, el autogás representa alrededor del 35% del consumo nacional de GLP, impulsado por su competitividad y la madurez del mercado local.
Este desempeño se sustenta en una base bien desarrollada, en marcos regulatorios claros y en un ecosistema empresarial que ha impulsado la movilidad limpia durante más de dos décadas. A ello se suma el alivio económico inmediato que ofrece el autogás para conductores, especialmente taxistas, flotas urbanas y servicios de transporte con altos recorridos diarios.
Los especialistas coincidieron en que la transición energética no depende de una única tecnología, sino de la combinación de alternativas como la electromovilidad, el GNV y el propio autogás. Esta visión complementaria permite avanzar con soluciones disponibles mientras evoluciona la infraestructura de nuevas tecnologías.
“El futuro energético será híbrido. El autogás es un puente real hacia un transporte más limpio y eficiente para Perú. Si alineamos industria, regulación y objetivos comunes, podemos colaborar con la movilidad urbana del país”, concluyó Pastor.
Finalmente, se destacó la importancia de reforzar la articulación entre Estado, empresas y usuarios para consolidar al Perú como un referente regional en movilidad sostenible. El caso peruano demuestra que es posible lograr reducciones significativas de emisiones sin comprometer la economía de los conductores ni exigir inversiones de gran escala.