De acuerdo con cifras oficiales, en el 2022 la economía peruana registró una nueva expansión respecto al año anterior. Así, el Instituto Nacional de Estadística e Informática anunció que la producción nacional creció 2.68% en el año que acaba de terminar, impulsada principalmente por el sector servicios, particularmente por los aportes de alojamiento y restaurantes, transporte y almacenamiento, además de comercio, agropecuario y construcción, entre otros.
Para la Asociación Automotriz del Perú (AAP), la tasa anual registrada evidencia una desaceleración del crecimiento económico, dado que durante el cuarto trimestre del 2022, el incremento porcentual de la economía fue de 1.66%, por debajo del 1.96% del tercer trimestre, y del 3.37% y 3.91% del segundo y primero; respectivamente, lo que claramente muestra el enfriamiento que ha venido atravesando la economía local explicado en parte por la aguda situación que atraviesa el país en el aspecto social, además del alto grado de incertidumbre que se vivió durante todo el 2022.
Solo en diciembre del año pasado, agregó la AAP, el índice de la actividad económica aumentó apenas 0.86% en relación con similar mes del 2021, su tasa de crecimiento más bajo del 2022 y por debajo de lo esperado por el mercado (1.2%). Asimismo, el índice desestacionalizado de la producción nacional registró una variación de -0.24% respecto al mes inmediato anterior.
“De otro lado, la información desagregada por sector económico muestra que el Comercio avanzó 1.80% durante el último mes del 2022 a tasa anual, gracias al incremento de los rubros de ventas al por menor (-2.48%) y al por mayor (1.94%), lo que fue atenuado parcialmente por el descenso que mostró la actividad automotriz (-2.92%). Asimismo, durante todo el 2022, el sector Comercio creció 3.26%, mientras que el rubro automotriz lo hizo en 4.82%.”, indicó.
El análisis anual, destacó el gremio automotor, muestra que la actividad automotriz se expandió gracias a la mayor venta de vehículos como camionetas todoterreno, camionetas Pick Up y furgonetas, así como vehículos pesados como minibús, ómnibus y tractocamiones, por estrategias publicitarias, aumento de actividad de sectores económicos con énfasis del sector transporte y venta de unidades seminuevas. Asimismo, creció el mantenimiento y reparación de vehículos automotores por demanda de sectores económicos por servicios de reparación, lavado y desinfección.
Sin embargo, precisó, disminuyó la venta de partes, piezas y accesorios de vehículos automotores por menores importaciones, alza de precios y fletes. De igual forma, la venta, mantenimiento y reparación de motocicletas y de sus partes, piezas y accesorios disminuyó por la normalización del uso de transporte público y disminución de servicios de delivery.
Para este año, la AAP espera que la producción nacional tendría un crecimiento menor al observado en el 2022. Además de existir un serio sesgo a la baja debido a varios factores que no estaban dentro del radar de expectativas algunos meses atrás. Entre ellos está el incremento de la conflictividad social en gran parte del país, principalmente en el sur peruano, que viene afectando el normal funcionamiento de diversas actividades económicas, y que en algunos casos ha llevado al cierre momentáneo de principales operaciones mineras.
Asimismo, el gremio automotor considera que además de los factores mencionados anteriormente, a ello se suma la incertidumbre política respecto a un eventual adelanto de elecciones generales, que les resta predictibilidad a los agentes económicos respecto al futuro del país, y que se ve reflejado en el empeoramiento del índice de expectativas empresariales y consumo privado. “En ese sentido, resulta imperativo que nuestras autoridades puedan alcanzar un acuerdo político-social con la población, que permita acercar posturas y cerrar brechas, de tal manera que podamos enfrentar un 2023 que ya se mostraba desafiante incluso antes, debido al empeoramiento de las condiciones económicas a nivel global”, sentenció.