Tecnología de 800 voltios: El sistema al que recurren cada vez más coches para reducir los tiempos de carga

Aunque en la actualidad el mercado de coches eléctricos está muy segmentado, lo cierto es que todos estos modelos confluyen en una cosa; su sistema de carga. A menudo utilizan un sistema de 400 voltios, una cifra que se ha convertido en estándar industrial y que presenta una serie de ventajas como la posibilidad de compartir componentes entre proveedores e incluso fabricantes.

 

Todo evoluciona y de unos meses a esta parte, es posible que estés escuchando el término “tecnología de 800 voltios”; pues bien, según los expertos, esto se puede traducir por eficiencia. Y es que esta tecnología además de ofrecer cargas más rápidas a los usuarios permite una reducción de pérdida de calor denominada resistencia óhmica.

 

Esta resistencia se puede reducir o bien empleando un cable más grueso o bien aumentando la tensión.

 

Normalmente, en una carga de 200 kW se produce una pérdida de 85 vatios por metro de cable en sistema de carga de 400 voltios pero, si se realiza la carga en una estación de 800 voltios, esa resistencia se reduce a 21 vatios. Volviendo a los números, para conseguir una capacidad de 200 kW, necesitarás 500 amperios en una estación de 400 voltios y solo 250 amperios en una estación de 800 voltios.

 

Hasta ahora, la tecnología de 800 voltios se ha equipado en modelos premium y con altas prestaciones como son el Audi e-Tron GT, el revolucionario Porsche Taycan y el BYD Dolphin, chino aunque cuenta con una potencia de 70 kWh. Mención aparte merece el Hyundai Ioniq 5 que además cuenta con techo solar para aumentar la autonomía un 15% al año o el ganador del Coche del Año en España en 2022; el Kia EV6.