La iniciativa de descarbonizar a las industrias frente al calentamiento global, el uso de productos eco amigables y el requerimiento de energías limpias puede acelerarse desde este mes tras la puesta en vigor del impuesto a las emisiones de carbono que la Unión Europea anunciara en 2021, y que impactará para todos los productos y mercancías que ingresen al mercado europeo
Y es que desde el 1º de octubre la Unión Europea dio inicio a la primera fase de este impuesto denominado Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM por sus siglas en inglés), con lo cual se busca compensar el costo económico que las industrias europeas afrontan para invertir en la huella de carbono.
Según la Unión Aduanera y Tributaria de la Comisión Europea, desde octubre del 2023 a diciembre del 2025, los importadores de bienes afectados por el Mecanismo de Ajuste de Frontera por Carbono tendrán que declarar las emisiones de esos productos (adecuándose bajo metodologias y ajustes pre establecidos por la Union Europea) y, en la medida que superen límites exigidos por el mercado europeo, deberán comprar derechos de emisión de carbono.
Cabe recordar que desde el 2005, la Unión Europea ya impone un precio al carbono para algunas industrias contaminantes, como son el caso del acero, el cemento, los fertilizantes y la electricidad. Ahora la aplicación aduanera abarcará a todos los bienes importados.
Este impuesto obligará a los importadores a pagar 75 dólares (alrededor de 80 euros) por tonelada métrica de dióxido de carbono (CO2) que emitan los productos que se vendan a Europa. A partir del 2026 estos impuestos tenderán a incrementarse. Por su parte, agencias internacionales señalan que las empresas que no informen estas emisiones producidas serán sancionadas con una multa de 50 euros por tonelada de CO2
Impacto regional y global
¿Cuál será el impacto y cómo afectará este impuesto al carbono a las exportaciones al Viejo Continente? La Comision Europea considera que este tipo de impuesto motivará a países de fuera de la Union Europea a transformar sus industrias con energías más amigables, en cumplimiento con los acuerdos de Paris, y consecuente con la Ley del Clima en Europa, suscrito en el 2021.
Esta medida se presenta en un momento en que una economía como China no grava el acero con un impuesto sobre las emisiones de carbono, lo que atraía a las industrias europeas que buscan precios más baratos. La colocación de este impuesto exigirá a un importador europeo a comprar créditos de carbono que correspondan al mismo tipo de acero producido en la Unión Europea.
China actualmente es un gran exportador de productos a Europa, como acero y aluminio, por lo que esta medida le afecta de manera relevante. En los últimos años, la presencia de China en Europa se ha enfocado hacia la industria automotriz en Alemania con la incursión de los vehículos eléctricos, así como en la adquisición de concesiones portuarias y empresas de tecnología.
Hay también países potencialmente afectados como Ucrania, Turquia y Rusia, considerados países con altos volúmenes de exportaciones a Europa, que se verán afectadas por este impuesto al carbono
Otro país productor de acero afectado es India. Sin embargo, este país busca alcanzar un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea que le daría una relativa excepción respecto a este impuesto. En el caso de Estados Unidos, la medida europea también motiva al Senado de ese país a crear un proyecto de ley para medir las emisiones de algunas materias primas y metales.
Por otro lado, la repercusión de esta medida es que países con productos intensivos de carbono no se fijarán en vender a Europa sino hacia mercados sin aranceles de carbono.