La electromovilidad es uno de los pasos que se vienen siguiendo para continuar en el rumbo de la transición energética en todo el mundo y es el camino en el que se vienen adentrando diversos segmentos de trabajo.
El cambio de la matriz energética se está observando dentro del transporte público, sobre todo en países de la región, como Chile y Colombia, con buses eléctricos que marcan la pauta. En el Perú, se vienen dando pasos en esa línea, pero se espera que sea un sistema a desarrollar a largo plazo.
“Tenemos que cambiar y dar un sentido de urgencia a la reducción de emisiones y a los objetivos de acuerdos, como el de París, que tiene metas claras. Un poco más del 40% de la energía total que consumimos está asociada al transporte, así como más del 20% o 35% de las emisiones de CO2. Entonces, la electrificación del transporte es una de las metas más importantes de la transición energética y la descarbonización”, explica Edwin Zorrilla, Sales Manager para Perú y Bolivia en Schneider Electric.
La Agencia Internacional de Energía planea tener, al 2030, 250 millones de vehículos eléctricos. Es en ese sentido que se presta necesario adoptar la electromovilidad en el país, para ir mejorando nuestro sistema de transporte y contribuir con los objetivos globales.
“En Iquitos por ejemplo, donde toda la electricidad es a base de petróleo, hay un ahorro del 18% solo en eficiencia energética, frente al 13% de los vehículos con motor de combustión, y esto, en el peor escenario. Hay que añadirle el ahorro de producción con 38% menos toneladas de carbón o de barriles de petróleo. Entonces, el 18% se convierte en 30%, de forma conservadora, contra los 13%. La diferencia es la eficacia neta de la energía desde que genera electricidad hasta que llega a las ruedas del vehículo”, informó Zorrilla.
Fuente: PressPerú