El anuncio de Tesla confirmando el proyecto de construcción de su planta en el Estado de Nuevo León, representa un punto de inflexión en el camino hacia la masificación de la electromovilidad en México y América Latina. A través de convenios público-privados y la implementación de incentivos, grandes fabricantes de la industria automotriz ven en México como territorio fértil para producir vehículos de bajas emisiones.
En ese sentido, el canciller de México, Marcelo Ebrard aseguró que la construcción de una planta de Tesla, así como otras inversiones ayudarán a acelerar la transición a la electromovilidad en el país. Durante su participación en «Raisina Dialogue, Rhythm of the Left: Understanding Latin America’s Choices», en India, afirmó que para México es una máxima prioridad la aceleración de la electromovilidad y la transición energética, porque todo está cambiando más rápido de lo planeado.
Ebrard destacó que varios países Latinoamericanos tienen oportunidades similares, en diferentes campos al mismo tiempo, porque se está viviendo un gran cambio en la cadena de suministro económica y la organización económica. “Tenemos muchas posibilidades porque estamos viviendo un gran cambio en la cadena económica de suministro y la organización económica debería decirlo ahora mismo en el mundo. Así que tenemos muchas posibilidades», apuntó.
Señaló que la llegada de Tesla es un paso importante y subrayó que no es el único, puesto que otros fabricantes de renombre también llegarán a México. «Creo que obviamente es una gran oportunidad. Lo llamamos nearshoring o friendlyshoring. El reciente anuncio de Tesla no es el único, tenemos recientemente a BMW de Munich, van a empezar a producir baterías en México».
De acuerdo con José Zozaya, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz de México (AMIA), con la llegada de la planta de Tesla, el país se perfila para ser la potencia de vehículos eléctricos en Norteamérica y el mundo. “En Norteamérica, entendido como México, Estados Unidos y Canadá, ahí deberíamos de ser la potencia mundial, deberíamos de llegar a serlo, si no es que ya lo somos. Una fábrica de esta magnitud claro que da un brinco tremendo para nuestro país”, declaró a la agencia de noticias EFE.
El proyecto de Tesla en Nuevo León supone una inversión superior a los 5.000 millones de dólares, clave para alcanzar su meta.