“Con un bono chatarreo efectivo, revisiones técnicas eficientes y el ingreso de vehículos energéticamente eficientes lograríamos remontar la calidad de aire en el país y con ello mejorar la calidad de vida de los peruanos”, señaló Adrián Revilla, gerente general de la Asociación Automotriz del Perú (AAP) al presentar el último documento elaborado por el gremio automotor sobre el Reporte de Calidad de Aire del 2023 (IQAir por sus siglas en inglés).
En dicho estudio, se ubicó al Perú en la posición 51 a nivel mundial y en el tercer lugar en la región, con una medida de PM2.5 de 18.8 µg/m³ (microgramos de material particulado por metro cúbico de aire), menor al 23.5 reportado en el 2022. “A pesar de que hubo una mejora en la calidad de aire, aún está muy por encima del nivel de entre 0 y 5 µg/m³ recomendado por la OMS,” agregó.
“Factores como, tener un parque automotor antiguo (más de 14 años); actividad industrial, cuyas fábricas principalmente queman combustibles fósiles y otros procesos industriales, contribuyen a los altos índices de PM2.5 que hay en el Perú”, reflexionó Revilla.
Respecto a los resultados, dijo, si bien Lima es la ciudad con mayores registros de PM2.5 en todo el país, Pachacamac resalta como el distrito, de todo el territorio peruano, con mayores índices de contaminación, llegando al nivel de 31.8 ug/m³, el cual es un registro similar al promedio de China. También se advierten niveles altos de contaminación en Carabayllo y Puente Piedra, con niveles de 28 y 27.4, en cada caso. No obstante, los lugares que registran una mejor calidad de aire son Cusco con 7.2 y Puno con 7.
En cuanto a los resultados por país, dijo, el peor registro a nivel latinoamericano lo tiene México con un PM2.5 de 20.1, seguido de El Salvador con 19.5, y Perú con el 18.8 ya señalado, empatado con Chile. En contraste, se encuentran Argentina con 9.2, Ecuador con 7.4 y Costa Rica con 6.1., siendo los países con mejor calidad de aire de la región.
Para el representante gremial es crucial que tanto el Gobierno como la ciudadanía busquen sinergias, para trazar un camino en donde tener aire limpio no sea un lujo sino la realidad de derecho compartido por todos.
Así, señaló, la ruta hacia un Perú medioambientalmente responsable requiere el compromiso de nuestras autoridades y de estrategias innovadoras que aseguren un entorno saludable para todos. “La mejora en la calidad del aire es crucial, más aún si consideramos que, de acuerdo a un informe de la agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, el material PM 2.5 ocasiona más de 10 mil muertes al año solo en Lima y Callao, generando además un costo económico de aproximadamente US$ 12,800 millones; mientras que de acuerdo a cifras oficiales al 2019 (año prepandemia), la principal causa de mortalidad en el país fue por infecciones respiratorias agudas bajas, las mismas que son provocadas en muchos casos por la contaminación vehicular”, refirió.
Desde la AAP, anotó, “recomendamos la renovación del parque vehicular antiguo promoviendo el uso de vehículos con energías más limpias y eficientes; revisiones técnicas vehiculares adecuadas; y, por último, que el Estado adopte un rol más activo hacia el cambio de la matriz energética, principalmente vehicular, promoviendo el uso de vehículos electrificados y a GNV.