El 2024 podría ser un año muy auspicioso para la transición hacia la electromovilidad en México. ABB, una firma encargada de fabricar soluciones de tecnología, estima que la cantidad de cargadores para autos eléctricos en el país aumentará entre 15 y 20% durante este año.
Hasta hoy, algunos fabricantes han considerado como temprano el introducir vehículos eléctricos a sus portafolios en el país, debido a una red de recarga incipiente. En ese sentido, el aumento de infraestructura de carga traería consigo un nuevo escenario para la movilidad cero emisiones.
Gabriela Gallegos, líder de movilidad eléctrica para ABB México, dice que la mayoría de los cargadores en el país están concentrados en privados. Es decir, instalados en hogares o en propiedades privadas a fin de alimentar autos propios. Pero en este momento lo que el país necesita es el robustecimiento de la infraestructura de recarga pública.
“Vamos a ver más en este año, indiscutiblemente las cifras y las comparaciones van más con el usuario privado, pero si nos enfocamos en lo que realmente necesita el mercado, que es la infraestructura de recarga pública, ya vemos más iniciativas en centros comerciales o centrales de servicio que están iniciando con uno o más cargadores que permiten al público masificar el uso de los vehículos eléctricos”, comentó en entrevista con Expansión.
La Industria Nacional de Autopartes sostiene que la red de cargadores en el país no ha avanzado en los últimos 12 meses. En la recta final de 2022 existían 1,189 puntos de recarga para autos eléctricos. Esta cifra implicaba un conector por cada tres de estos vehículos circulando en el país.
Ya en la recta final del año pasado, la cifra total de conectores se mantuvo sin cambios, pero la proporción cambió. Ahora hay un conector por cada siete autos. Mientras la comercialización de vehículos cero emisiones avanza paulatinamente, la infraestructura de recarga permanece estancada.
Desde la perspectiva de Gallegos, una mayor incorporación de unidades eléctricas enfocadas al transporte público contribuiría a una masificación más temprana de estas tecnologías, aunque aún permanecen las incógnitas entre cuál será el cargador que México adopte como el de mayor uso en el país.