Audi inició su apuesta por la movilidad eléctrica en 2018 con el e-tron, un SUV que cuatro años después ha llegado ahora a la mitad de su ciclo de vida comercial. Con el objetivo de mejorar su competitividad en un mercado con cada vez más duros rivales, Audi ha implementado numerosas mejoras en un renovado modelo, además de cambiar su denominación para encajarlo mejor en su gama de vehículos eléctricos dentro de la familia e-tron.
La compañía va a mantener las dos variantes, SUV y Sportback, que ya existían y que ahora conoceremos como Q8 e-tron y Q8 e-tron Sportback. Así mismo, las tres versiones disponibles -50, 55 y SQ8- de ambas variantes contarán de serie con tracción integral quattro. Las dos primeras integrando un doble motor eléctrico y la última -la SQ8- con dos motores en el eje trasero y otro más en el delantero, que convierten esta versión en la más radical de todas.
La potencia conjunta de los tres motores eléctricos del SQ8 e-tron alcanza los 370 kW, según el fabricante, con una par de 973 Nm. De este modo, es capaz de alcanzar los 100 km/h desde parado en tan solo 4 segundos y medio, siendo su velocidad máxima de 210 km/h.
La versión intermeda de la gama, la 55, combina un motor eléctrico en cada eje que conjuntamente entregan 300 kW de potencia con un par de 664 Nm. La aceleración de 0 a 100 km/h se queda en 5.6 segundos en este caso, y su velocidad máxima está limitada a 200 km/h.
Por último, el Q8 e-tron 50 reduce la potencia conjunta de sus motores eléctricos a 250 kW, manteniendo el mismo par que la versión 55. La velocidad máxima es también la misma, mientras que para alcanzar los 100 km/h necesita seis segundos exactos, según el fabricante.