Barcelona lleva cinco años usando un novedoso autobús impulsado con desecho humano

Barcelona ya cuenta con un autobús urbano que funciona con biometano, un combustible renovable producido a partir de residuos de depuradoras. El vehículo, parte del proyecto Life Nimbus, ha demostrado ser una alternativa real y sostenible para reducir las emisiones del transporte público.

Durante cinco años, Life Nimbus ha investigado cómo transformar lodos de depuradora y excedentes de energía renovable en biometano, a través de tecnologías llamadas power-to-gas. El biometano generado en la Estación Depuradora del Baix Llobregat, gestionada por Aigües de Barcelona, ha sido utilizado por Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) para mover un autobús piloto.

El resultado: más de 14000 km al año recorridos con biometano, una reducción de 28 toneladas de CO2 al año y una huella de carbono un 80% menor en comparación con combustibles tradicionales.

“Este proyecto demuestra que es posible producir biometano de calidad a partir de residuos”, explicó Alessandro Solimeno, coordinador del proyecto e investigador de Cetaqua, centro de innovación del agua.

En Europa, el transporte consume el 30% de toda la energía, pero menos del 10% proviene de fuentes renovables. Con iniciativas como Life Nimbus, se busca aumentar esta cifra y avanzar hacia la meta de que el 30% del combustible en transporte sea renovable para 2030.

El proyecto también está alineado con la Hoja de Ruta del Biogás de España, que prevé cuadruplicar la producción nacional de este tipo de energía renovable en los próximos años.