Cargui: “El e-commerce y la electromovilidad llegaron para quedarse”

La pandemia del coronavirus ocasionó un duro golpe a la economía de muchas empresas en todo el mundo. Sin embargo, es en tiempo de crisis cuando los emprendedores tienen que tener la suficiente visión para crear nuevos negocios y adaptarse a la coyuntura.


En ese contexto, Cargui es una empresa que nació en el mundo de la logística de última milla en el año 2020. A raíz de la pandemia se presentó la ocasión de implementar este tipo de negocio y no dejaron escapar la oportunidad. Empezaron la operación trabajando directamente con una empresa importadora de retail para un aplicativo que lanzaron para el consumo de alimentos. De esta manera, fueron creciendo con el mismo aplicativo y las otras empresas del grupo que tienen diferentes negocios relacionados al consumo masivo y tiendas por departamentos, lo que les permitió expander sus operaciones a nivel nacional.


Electrotransporte conversó con Diego Caravedo, fundador y CEO de Cargui, quien nos comentó sobre el crecimiento de su compañía y el panorama de la electromovilidad en el Perú, en donde se presentan como la primera empresa de distribución logística con una flota 100% eléctrica.

¿La pandemia del coronavirus fue también un impulso para el comercio electrónico y la logística de la última milla?
En pandemia, el formato de comercio electrónico y el delivery creció exponencialmente en el Perú y en el mundo. La gente en general se vió obligada a aprender a usar aplicativos móviles y comprar a través de páginas web. Antes de la pandemia, la penetración del e-commerce en hogares era mucho más baja. Evidentemente la pandemia nos forzó a empezar a hacer transacciones electrónicas. Incluso hoy tenemos empresas que nunca hubiesen pensado tener que migrar a este tipo de comercio. Antes lo hacían a través de llamadas telefónicas o de un vendedor. Esto vino para quedarse, no va a cambiar

¿Qué beneficios brinda Cargui a sus clientes en comparación a compañías que usan vehículos a diésel o gasolina?
Las ventajas tienen que ver básicamente con el tema medioambiental. Estamos reduciendo la emisión de gases contaminantes, utilizamos energías limpias y renovables. Asimismo, el costo de operar un vehículo de hidrocarburos es diez veces más alto que operar un vehículo eléctrico, lo que nos permite poder traspasarle al mercado un costo mucho más accesible que si operáramos con vehículos a combustión regular.

¿Qué tecnología usa Cargui en sus entregas?
Trabajamos con el aplicativo móvil que utiliza el cliente. Sin embargo, nosotros tenemos una tecnología propia desarrollada por el equipo con el que trabajamos. Actualmente, en el mundo del e-commerce, se puede adaptar tu propia tecnología a la página del cliente o del proveedor. A través de un sistema que es como un enchufe electrónico que se conecta a la página web de cada cliente, nos podemos conectar y a través de ello recibimos, en nuestra propia aplicación, los pedidos que el cliente quiere despachar.

Al momento de iniciar su portafolio de clientes, ¿encontraron cierta reticencia por parte de ellos debido al uso de la electromovilidad o fue todo lo contrario?
Fue todo lo contrario. El hecho que estemos trabajando con una flota eléctrica ha generado un impacto positivo para muchas empresas que están buscando proveedores con soluciones eléctricas. Todavía no es un tema que se esté masificando pero nosotros ya empezamos a dar el primer paso para poder lograr que otros operadores logísticos den el paso a operar con unidades eléctricas. Por ende, no queremos desaprovechar esta oportunidad, las empresas grandes de retail nos han empezado a contactar porque están interesadas en trabajar con energías limpias. Así que ha habido una respuesta positiva desde el punto de vista de los clientes.

¿Qué planes a mediano plazo tienen para incrementar su flota?
Nuestro objetivo es llegar a fin de año con las primeras 25 unidades y en los próximos 24 meses, es decir, para finales del 2024, tener una flota superior a las 250 unidades operando a nivel nacional y regional, porque también estamos próximos a iniciar operaciones en otros países de la región.

¿Han calculado cuánto ahorran al mes respecto a haber usado gasolina o diésel?
Para hablar en números, el costo por kilometro en hidrocarburos es de S/ 1 o S/ 1.2 contra S/ 0.11 en energía eléctrica.

¿Tienen dificultad para la recarga de sus vehículos? Cómo afrontan estas dificultades?
Contamos con estaciones de carga instaladas en la oficina para poder cargar las unidades durante la noche. Son cargadores inteligentes que se apagan de manera automatica, indican el costo de consumo, la cantidad de kilowats que se consumen por hora, el tiempo que demora en cargar. Se trata de tecnología de punta que lo vimos con el ingeniero Julio Campos que se ha dedicado a desarrollar el negocio de estaciones de carga.

¿Cuál es su opinión acerca de la actual transición energética, cómo analiza el desarrollo actual de la movilidad eléctrica en el país?
En mi participación en foros de electromovilidad en los últimos meses tanto en Perú como el resto de la región, siento que otros países están avanzando mucho más rápido. Aquí estamos entrampados en los mismos discursos de 3 o 4 años. Aquí, la empresa privada es la que tiene que hacer. Si esperamos a que el Estado haga algo, éste no va a hacer nada. Hay empresas que están esperando inversiones millonarias cuando lo que hay que hacer es incentivar pequeñas inversiones para que empiecen a generar esta pequeña corriente que incentive a que empresas de diferente calibre inviertan en infraestructura y electromovilidad. No es tan complicado. La gente se está haciendo un mito acerca de la transición energética y no es tan complicado. De hecho, es más fácil de lo que uno pueda suponer. Invito a la gente a que pueda contactarnos y visitar nuestras operaciones para que entienda más a detalle cómo funciona una operación de electromovilidad y la flota eléctrica.

Entonces, ¿cuál sería el rol del Estado?
Lo que tiene que hacer el Estado es acompañar a la empresa privada en la transición en transporte, energías, producción, etc. El problema es que, como nación, estamos mal acostumbrados a esperar a que el gobierno haga las cosas y el gobierno no va a hacer nada. El gobierno es ineficiente y particularmente, este gobierno es ineficiente en todas sus materias. Lo único que nos queda es que la empresa privada se ponga la mano al bolsillo y apueste por el país generando empleo, mejores condiciones de trabajo y desarrollo.