China se pone a la vanguardia en la movilidad propulsada por hidrógeno

Durante el año 2022 China ha puesto en marcha una serie de políticas que señalan la disposición de las autoridades a convertir a su país en una de las potencias en la última frontera de la movilidad: los coches propulsados por células de hidrógeno.

La tecnología de los vehículos eléctricos todavía dista mucho de estar completamente desarrollada y su implantación por parte de los consumidores aún está en sus primeros pasos. Sin embargo, las autoridades de China ya han puesto sus ojos en iniciativas destinadas a desarrollar tanto los coches autónomos como los vehículos voladores y los propulsados por células de hidrógeno.


Aunque en el año 2021 en China sólo se vendieron 1.586 vehículos de hidrógeno, del total de 17.000 vehículos de este tipo vendidos en todo el mundo, en los últimos meses se han dado una serie de pasos como para considerarla una potencia en el ámbito de la movilidad de hidrógeno. Entre ellos están las políticas que, impulsadas por el gobierno, pretenden convertirla en líder de tres aspectos: el desarrollo de vehículos con baterías de hidrógeno, de las células de hidrógeno que los propulsan y de la infraestructura necesaria para que estos vehículos puedan ser utilizados por los consumidores.

Parques tecnológicos de hidrógeno
En el primer aspecto destaca la creación en el año 2020 de 5 núcleos dedicados especialmente al desarrollo de coches de baterías de hidrógeno. Y, aunque en algunos casos el avance ha sido mínimo, en otros ha impulsado la creación de empresas dedicadas a esta nueva movilidad. Por ejemplo en Shanghai la creación del Parque de Hidrógeno de Jiading, el primer parque industrial de energía del hidrógeno, ha atraído más de 50 proyectos industriales relacionados con esta tecnología, cuya inversión combinada supera los 10.000 millones de yuanes (1.300 millones de €).

Por otra parte el énfasis del gobierno en poner al país a la cabeza en este nuevo tipo movilidad hace que las grandes empresas estatales, de petróleo, energía o automoción, así como los gobiernos locales, se vean animados a tomar iniciativas en este aspecto.


En este contexto se encuentra el anuncio hecho recientemente por el gobierno de Sichuan de contar para el año 2030 con una industria de energía del hidrógeno valorada en 100.000 millones de yuanes (13.000 millones de Euros), 8.000 vehículos de pila de combustible de hidrógeno en sus carreteras, apoyados por 80 estaciones de repostaje de hidrógeno; y crear un polo industrial de energía y vehículos de hidrógeno en torno a la capital provincial, Chengdu.


Además, en el XIV Plan Quinquenal de China (2021-2025), el hidrógeno figuraba como uno de los seis sectores más importantes para el futuro del país. China tiene ambiciosos planes para crear una flota de camiones, autobuses, taxis y, en menor medida, turismos de hidrógeno. A principios de 2020, el gobierno chino ofreció fondos a varias ciudades y empresas para producir y promover vehículos impulsados por hidrógeno. En 2021, se pusieron en marcha 35 proyectos relacionados con la automoción del hidrógeno por un valor combinado de 110.000 millones de RMB con el apoyo de subvenciones gubernamentales. En abril de 2022, el gobierno chino declaró que se habían construido 250 estaciones de repostaje de hidrógeno, la cifra más alta del mundo, que representa el 40% de todas las estaciones de hidrógeno del planeta.


Finalmente, China es el mayor productor de gas hidrógeno del mundo, con una producción anual de unos 33 millones de toneladas. En marzo de este año, La Comisión Nacional para la Reforma y el Desarrollo, presentó una serie de objetivos que pretender convertir a China en una potencia en la movilidad de hidrógeno para el año 2025.