El anunciado recorte al presupuesto público colombiano del 2025 para contener un déficit fiscal de 4.3% del PBI, podría comprometer el avance de proyectos de infraestructura clave y con ello el desarrollo económico y social del país.
Entre los proyectos de infraestructura que podrían ser altamente perjudicados por la reducción presupuestal, resaltan el Metro de Bogotá, proyecto considerado crucial para mejorar la movilidad en la capital, pero al que se le ha suspendido una inversión de COP$ 770.309 millones destinados a la primera línea de metro.
Asimismo, el Metro ligero de la 80 en Medellín, proyecto de movilidad sostenible, sufrió un recorte de casi COP$ 500.000 millones, afectando la planificación urbana de Antioquia.
Otro de los afectados es la Troncal de la Calle 13, corredor vial esencial para descongestionar Bogotá, al que se le retiró COP$ 328.000 millones.
También se encuentra la Ruta Mulaló-Loboguerrero, que perdió COP$ 339.000 millones para esta carretera que conecta importadores corredores comerciales.
El aplazamiento de proyectos de infraestructura vial clave podría ralentizar el crecimiento económico, aumentar los costos logísticos y deteriorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Organismos internacionales y expertos advirtieron que reducir la inversión en infraestructura en un momento de recuperación económica es una medida contraproducente, pues estos proyectos no solo mejoran la conectividad, también generan empleo y dinamizan sectores como el comercio y turismo.