El Estado juega un rol clave respecto a la transición energética. Con su contribución, se puede conseguir el financiamiento necesario para viabilizar soluciones que sean perdurables en el tiempo.
Ello no debe verse como una ayuda directa, sino más bien como parte de un esquema conjunto que permita hacer realidad las proyecciones hechas por cada compañía inmersa en el transporte sostenible.
Luis Carbajal, especialista de la Dirección General de Hidrocarburos del Ministerio de Energía y Minas, explica que “tenemos la oportunidad de que se planteen puntos clave para sacar adelante el transporte sostenible y llevar soluciones que sean de beneficio para la población, no solo en materia operativa, sino también respecto a la salud en general”.
Tener materia prima, como el gas natural, hace más factible la transición. Concepto suscrito por Pablo Campana, gerente comercial de grandes clientes de Pluspetrol – Consorcio Camisea, quien explicó que “además de ser un elemento energético abundante en el país, se tiene el convencimiento de las bondades del gas natural”.
“Para implementar proyectos, se hace necesaria la complementariedad, manejando una consistencia entre las cosas que podemos ir implementando”, acotó.
Para Jaime Riveros, director comercial de clientes masivos y financiamiento de Cálidda, “el gas natural es el combustible de la transición y, como peruanos, debemos apostarle a eso”.
“Con coherencia, debemos procurar el incremento de la demanda que ya existe, debido a la posición estratégica en la que como país nos encontramos”, expresó.