El Hidrógeno rosa genera debate en países europeos

El hidrógeno rosa es aquel obtenido a partir de electrólisis del agua con energía procedente de fuentes nucleares. En el proceso de generación de hidrógeno rosa no se liberan emisiones nocivas a la atmósfera. Sin embargo, el problema es que sí produce residuos radiactivos difíciles de eliminar.

El hidrógeno rosa está en boca de todos desde que, la semana pasada, la Comisión Europea comunicara que el hidrógeno producido con energía nuclear será considerado como hidrógeno renovable.

 

España y Alemania se mostraron contrarios a la postura de la Comisión, mientras que Francia y otros 8 países si respaldan este movimiento. Sin esta consideración, proyectos como el hidroducto entre Barcelona y Marsella corrían peligro de quedarse estancados, pero esto lo veremos más adelante.

 

Vamos a entrar en materia. Para Bruselas, el hidrógeno renovable es aquel que se genera con, al menos, un 90% de electricidad verde. Por su parte, el hidrógeno bajo en carbono es considerado aquel que deriva de fuentes no renovables que produzcan, al menos, un 70% menos de gases de efecto invernadero que el gas natural fósil a lo largo de todo su ciclo de vida. Aquí entra en juego el hidrógeno rosa.

 

Según la normativa, no es necesario demostrar el ahorro de emisiones del 70% en el caso de que la intensidad de emisión de energía eléctrica sea inferior a 18 gCO2eq/MJ. Así, la electricidad extraída de la red se considera 100% renovable, sin necesidad de estar sujeta a criterios.

 

Estas consideraciones favorecen significativamente a la generación de hidrógeno con energía nuclear, algo que ha sido recibido muy bien en Francia y Suecia, países que apuestan por la generación atómica.

Por su parte, España y Alemania no han recibido de buen agrado la noticia, ya que para ambos países, el hidrógeno rosa no debería ser considerado como renovable.

 

La postura de ambas naciones es que se debe evitar la energía nuclear para producir hidrógeno, considerando como verde estrictamente el generado a partir de energías renovables. Alemania considera también que el primer paso lógico respecto al hidrógeno es la puesta en marcha de la economía del hidrógeno.

 

Sin embargo, pese a la contraria de España, el hidroducto planificado entre Barcelona y Marsella no tendría sentido para Francia, ya que sin el hidrógeno rosa no habría suficiente cantidad de hidrógeno como para rentabilidad el conducto.

Actualmente, el hidrógeno verde no es comercialmente rentable. Esta situación cambiará durante la presente década, ya que, para 2030, se producirán 10 millones de toneladas en territorio europeo. Esta cantidad supondría el 14% de la producción de energía de la Unión Europea y se necesitarían 500 TWh para su generación.

 

También, al día de hoy, todavía se encuentra en trámite la Directiva de Energía Renovable de la Unión Europea (RED 3). Esta directiva tiene dos objetivos: que el 42% del hidrógeno utilizado en la industria sea verde para 2030, y alcanzar el 60% en 2035.

Respecto a la movilidad, el hidrógeno rosa, al igual que cualquier otro tipo de hidrógeno, puede ser utilizado como combustible. Los vehículos de motor de combustión interna de hidrógeno (MCI) utilizan un motor de combustión interna convencional modificado para la combustión de hidrógeno gaseoso. Su principal ventaja es que estos motores son un 30% más eficientes que los vehículos de gasolina y se comportan correctamente en todas las condiciones climáticas.

 

Así, el hidrógeno rosa podría ser utilizado en pilas de combustible para vehículos eléctricos de todo tipo como coches, autobuses y barcos. Actualmente, el hidrógeno está llamado a jugar un papel revolucionario en el sector del transporte pesado, difícil de descarbonizar con baterías eléctricas.