Un nuevo informe de la empresa de analistas Gartner afirma que en el 2027 producir vehículos propulsados por baterías costará menos que los vehículos propulsados por gasolina.
Y es que las baterías, el componente más caro, se han vuelto más asequibles. Pero aún más impactante es algo llamado “gigacasting”, gracias al cuál los fabricantes de automóviles fabrican piezas cada vez más grandes de la carrocería a partir de una sola pieza de metal, en lugar de soldar y pegar minuciosamente un montón de piezas. Tesla ha sido el modelo de esta técnica, ahorrando mucho tiempo y dinero en el proceso.
En ese contexto, los analistas sugieren que en los próximos años el precio de fabricación de un coche eléctrico podría igualar e incluso bajar más que el de su homólogo de gasolina.
No obstante, los vehículos eléctricos, con sus diseños complejos y tecnología de batería integrada, podrían acarrear ciertas dificultades en el taller de reparación, según el informe en mención, pues predice que si sufre un accidente grave, reparar el vehículo eléctrico podría costar un 30% más que reparar un automóvil comparable a gasolina.
Y si bien el costo de entrada al mercado de vehículos eléctricos se está volviendo potencialmente más atractivo, la competencia se está volviendo francamente feroz. Los fabricantes de automóviles establecidos finalmente se están tomando en serio la tecnología eléctrica. Al mismo tiempo, marcas chinas como BYD y MG se están imponiendo con modelos de precios agresivos. A veces parece que se trata de la supervivencia del más fuerte.
El estudio de Gartner también indica que los coches eléctricos son cada vez más optimizados, pero es posible que eso no se traduzca en una mejora para el bolsillo a largo plazo. Además de eso, la carrera para ganarse a los compradores se está convirtiendo en una batalla campal, sin una línea de meta a la vista.