Un ciudadano argentino invirtió 10,000 dólares para convertirsu clásica Renault Clio del año 2004 en una moderna versión totalmenteeléctrica, dejando en el olvido el acostumbrado uso de diésel.
El artífice de este proyecto, Óscar Sorrivas, explicó que laimportación de un auto nuevo le resultaba cara, por lo que se animó a pedirle aun colega del extranjero que le enviara los componentes necesarios.
Recibido los materiales, el ingeniero empezó inmediatamentea quitar el motor fundido del carro, reemplazándolo por uno nuevo de 72 volts.Otras autopartes que decidió eliminar fueron el radiador, el caño de escape, elalternador y el depósito de combustible.
Pero el proceso de armado no quedó ahí, pues seguidamenteinstaló las baterías en serie: seis de 12 volts, 150 amperes y 50 kg. de pesocada una. Para equilibrar la distribución del peso, colocó tres baterías en elespacio que ocupaba antes el viejo motor, y las otras tres debajo del asientotrasero.
“Alcanza los 90 kilómetros por hora, aproximadamente, ytiene una autonomía de dos horas de funcionamiento, por lo que para andar enCoronel Pringles (una localidad de Argentina) me sobra. Lo dejo cargando denoche, entre seis y siete horas”, contó el emprendedor al diario web La Nueva.
Esta misma plataforma de noticias agrega que el citado autoeléctrico no usa combustible, no tiene motor y tampoco es necesario medirle elnivel de aceite. Además, ahorra mucho dinero porque con $100 se pueden llegar arecorrer 200 kilómetros.
Nada detiene a Óscar Sorrivas, pues confesó también que laconversión de su Renault Clio representa el primer paso de una prueba parasaber si más adelante es posible crear automóviles eléctricos a gran escala.