Esta es la primera vez que Honda ofrece su tecnología a unfabricante externo para su implementación en vehículos comerciales, lo que abrela puerta para que se plantee esta como una nueva línea de negocio.
Así, Honda e Isuzu han firmado un acuerdo de colaboraciónpara desarrollar una serie de camiones impulsados por pila de combustible dehidrógeno con la intención de que lleguen al mercado lo antes posible.
Los fabricantes japoneses han sido desde siempre los másproclives a considerar la tecnología de la pila de combustible de hidrógenocomo la más adecuada para aplicaciones comerciales, que precisan vehículos máspesados y más contaminantes que los particulares. Sin embargo, según informa laweb Híbrido y Eléctricos, en el acuerdo al que han llegado las dos empresasjaponesas, Honda se compromete a proporcionar a Isuzu acceso a su tecnología deceldas de combustible de hidrógeno, lo que supone un cambio en su estrategia,que hasta ahora se basaba en el desarrollo para uso interno. El resultado hasido aplicado en el Honda Clarity FCEV.
Su motor eléctrico ofrece una potencia de 174 CV y un parmotor de 300 Nm, movido por la electricidad que produce una pila de combustiblede 103 kW de potencia. En cuanto a su autonomía, cada llenado de su tanque dehidrógeno supone aproximadamente 590 Km.
La intención de ambas compañías es llevar estos camiones almercado lo más rápido posible, lo que servirá a Honda para valorar lacomercialización de su pila de combustible a otros fabricantes y desarrollarlapara otros sectores, como es el caso del naval.
Transporte a base de hidrógeno
Los vehículos impulsados por hidrógeno cuentan con lasventajas de ser tan ecológicos durante su uso como los movidos por baterías, yaque solo emiten agua, permitiendo autonomías tan grandes como los de combustióny tiempos de recarga también similares.
No obstante, su adopción se ha visto obstaculizada por lacomplicada infraestructura de reabastecimiento de hidrógeno y también por elavance tecnológico de las baterías, que ofrecen cada vez mayores capacidades,mayor velocidad de recarga y precios más asequibles.
Esto es así en el caso de los automóviles, pero se complicaen el caso de los vehículos comerciales más pesados, que necesitan baterías másgrandes y pesadas y por lo tanto más tiempo para cagarlas. Esta dificultadjuega en contra de la operatividad de estos vehículos que deben estardisponibles muchas horas a lo largo del día, dificultando que puedan recargarseen sus tiempos de parada. Para eso, el hidrógeno se ofrece como una soluciónque podría contrarrestar su problema de infraestructura aprovechando que estosvehículos suelen viajar por rutas fijas.
Un sistema completo de celdas de combustible consiste en unapila, un tanque capaz de almacenar hidrógeno a alta presión (hasta 750 bar) yuna pequeña batería de iones de litio que actúa como un buffer energético. Estano debe ser necesariamente de mucha capacidad, pero sí muy potente, pararesponder rápidamente a los requerimientos de potencia del motor o motoreseléctricos y que se capaz de almacenar rápidamente la energía de las frenadas ylas desaceleraciones.
Los sistemas de hidrógeno más habituales utilizan unamembrana de intercambio de polímero fino (PEM) intercalada entre un cátodo deplatino y un ánodo además de dos placas por las que fluye el hidrógeno. Este seintroduce a través de las placas de flujo, en el lado del ánodo, mientras queel aire, como fuente de oxígeno, se bombea a través del lado del cátodo. Losprotones de hidrógeno son atraídos a través de la membrana hacia el oxígeno,produciendo agua, y dejando atrás los electrones de hidrógeno que crean unacorriente eléctrica que se extrae a un circuito externo.