En un contexto donde las ciudades latinoamericanas enfrentan crecientes desafíos de movilidad, Felipe Targa, líder del Programa de Infraestructura del Banco Mundial para los países andinos, plantea una visión clara y urgente: avanzar hacia un modelo de transporte urbano sostenible, inclusivo y resiliente. Con una destacada trayectoria como exviceministro de Transporte en Colombia y actualmente al frente de proyectos clave en la región, Targa subraya que la modernización del transporte requiere no solo voluntad política, sino también planificación técnica e inversiones sostenidas.
“La transformación del transporte no es algo que se pueda financiar solo con las tarifas de los usuarios”, señala tajantemente. Para Targa, cerrar la brecha entre sistemas modernos como los BRT o metros y la realidad aún dominante de operadores informales pasa por implementar esquemas de financiamiento mixto, incorporar tecnologías limpias y fortalecer las capacidades institucionales.
Desde su experiencia regional, destaca que el transporte urbano sostenible debe integrar múltiples modos: el transporte público masivo, la caminata y el uso de la bicicleta. Aunque reconoce avances en ciudades como Bogotá, Ciudad de México o Curitiba, advierte que muchas urbes aún carecen de infraestructura suficiente para modos no motorizados. “Idealmente, entre el 10% y el 20% del presupuesto urbano debería ir destinado a infraestructura peatonal y ciclista”, remarca.
En el caso peruano, y especialmente en Lima, identifica señales alentadoras como el desarrollo de la red de metro, la expansión del Metropolitano y la construcción de ciclovías. No obstante, advierte que “el reto está en acelerar la ejecución y asegurar fuentes de financiamiento sostenibles”. Desde el Banco Mundial, se viene apoyando a la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) con asesoría técnica y financiera, incluyendo la transición hacia un sistema de transporte eléctrico.
Targa también hace énfasis en la necesidad de fortalecer la institucionalidad del sector. “Una autoridad de transporte debe tener competencias reales para planificar, regular y fiscalizar. El modelo de la ATU debería replicarse en otras ciudades del Perú”, sugiere. Además, insiste en que las políticas públicas deben convertirse en acciones tangibles que transformen el espacio urbano, reduzcan la desigualdad en el acceso a oportunidades y mejoren la calidad de vida.
Dirigiéndose a las nuevas generaciones de tomadores de decisiones, Targa deja un mensaje potente: “Adopten una visión de sostenibilidad. Ninguna ciudad con altos índices de bienestar carece de un sistema de transporte moderno, seguro y limpio”.
Finalmente, resalta el valor de espacios de encuentro como el evento Transporte Sostenible, que se realizará del 27 al 29 de agosto en el Centro de Exposiciones Jockey. “Estos espacios son fundamentales para compartir experiencias, reflexionar sobre buenas prácticas y construir soluciones reales desde el conocimiento acumulado. Espero poder participar y aportar desde el conocimiento acumulado por la comunidad internacional”, concluye.
Transporte Sostenible abordará temas clave como la electromovilidad y el GNV, la descarbonización del transporte urbano y logístico, y la planificación y digitalización de sistemas de movilidad masivos. El evento también contará con una amplia zona de exhibición tecnológica, donde se presentarán soluciones innovadoras orientadas a dar el salto hacia una movilidad pública y privada más ecoeficiente, moderna y rentable, tanto en Lima como en las principales ciudades del interior del país, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).