Si bien es cierto que en Latinoamérica se tienen diferentes realidades, las cuales muestran experiencias diversas respecto al transporte urbano, también existen similitudes que, al final, conllevan a realizar símiles respecto al ordenamiento urbano que se necesita.
Formando parte de un interesante panel de conversación, que se llevó a cabo como parte de la segunda jornada de Transporte Sostenible, Andrea Flores, exdirectora del Metro de Quito, sostuvo que “si nos movilizamos en forma más eficiente, podemos gozar de una calidad de vida importante. El factor tiempo incide en la calidad de vida de la gente, representa muchísimo”.
“Las adversidades políticas tienen una incidencia directa en los proyectos de transporte masivo que se han presentado en toda la región. Por ello, se requiere que las iniciativas puedan sostenerse, más allá de cualquier tema externo a lo netamente necesario: el desarrollo del transporte con una mirada integral”, acotó.
Por su parte, Jaime Pérez, especialista en Sistemas Integrados del Transporte Masivo para las Naciones Unidas, hizo una reflexión respecto a los sistemas de transporte masivo, puesto que “son proyectos que si bien es cierto se pueden considerar como un planeamiento de principio y fin, también deben trascender en el tiempo, debido a las nuevas aristas que van surgiendo, tal como la planeación urbana”.
“Dentro del costo de ciclo de vida de un proyecto de nuevas tecnologías se debe contemplar la afectación al medioambiente, puesto que en el tiempo se observan impactos que, al final, no permiten gozar de un transporte fluido, que sea positivo para las personas y sus familias”, enfatizó.
En otro momento, Jose Solis, subdirector de regulación de la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU), señaló que “la planificación permite un crecimiento ordenado, donde se pueden capitalizar las inversiones”.
El especialista indicó que a nivel local, el Plan de Movilidad Urbana nos va a dar el gran alcance que se requiere, sobre todo para poder adecuarlo a todos nuestros sistemas.
“Necesitamos consolidar algunos elementos institucionales y, sobre todo, el apoyo gubernamental; en el Perú, hasta la fecha, no se ha dado algún subsidio al transporte urbano. Se necesita de un compromiso que no solo involucre al Estado, sino también al sector privado y a toda la academia”, acotó.