En 2015, Brasil implementó la exención arancelaria para los vehículos eléctricos e híbridos, la cual impulsó las importaciones a US$ 2,400 millones en 2023, un incremento del 179% respecto al año anterior.
Ahora, en el primer semestre del 2024, las importaciones de vehículos eléctricos e híbridos totalizaron US$ 3,500 millones, lo que representó un aumento del 43% frente a todo lo reportado un año antes.
Incluso, las compras se están adelantando, pues la exención arancelaria se eliminará paulatinamente desde enero de 2024, mediante la aplicación de aranceles entre 10% y 12% y hasta el 35% en 2036.
En este momento, las marcas chinas como BYD y GWM han ganado una cuota de mercado significativa en el mercado, significando el 75% de las importaciones brasileñas de vehículos eléctricos e híbridos.
Sumado a ello, el gobierno puso en marcha el Plan Mover, con el objetivo de impulsar el consumo y la producción local de vehículos ecoamigables, concitando el interés de BYD, Toyota y Volkswagen.
Los cambios en las políticas de electromovilidad en Brasil representan un desafío para el sector automotriz de Argentina, cuyas exportaciones están concentradas casi en su totalidad a este mercado.
Así pues, en el 2023, las exportaciones de vehículos fabricados por la industria automotriz de Argentina alcanzaron los US$ 2.800 millones, con un 97% de las ventas dirigidas a Brasil.
Con todo ello, las automotrices argentinas deberán rediseñar sus estrategias para adaptarse a las nuevas preferencias de los brasileños y a la competencia creciente de los vehículos eléctricos de China.
Según el Instituto Interdisciplinario de Economía Política, las automotrices argentinas deben considerar especializarse en la producción de utilitarios, como vehículos para el transporte de mercancías o pick-ups.
Si bien en el sector de utilitarios existe poca participación de eléctricos e híbridos, a medida que la tecnología avance, este segmento también podría verse impactado por la electromovilidad a futuro.