La electromovilidad va ganando terreno en el transporteurbano, pero no se podría decir lo mismo para rutas más alejadas. Si bien elcosto operativo de un eléctrico es mucho más barato que un vehículo a diésel ogas, esto no resulta suficiente para masificar su uso, pues aún persistenproblemas que impiden su adopción generalizada.
“El terreno de los buses eléctricos para los viajesinterprovinciales todavía no es una posibilidad en el Perú. Existen ciertaslimitaciones logísticas que impiden una red de movilidad con dichascaracterísticas en nuestro territorio”, ha reconocido la empresa Cruz del Sur.
Pese a que recientemente firmó un contrato con BYD para incluirunidades de movilidad eléctrica en su flota de vehículos, Cruz del Sur sinceróque esta tecnología aún debe desarrollar una autonomía mayor para que laperspectiva de un transporte interprovincial sea factible.
“La electromovilidad le brinda una mejor economía a laciudad, la cual incluye los campos de la salud pública, sostenibilidad delmedio ambiente y mejora de condiciones en la calidad de vida de las personas”,sostuvo Luis Ramírez, director gerente de la operadora al diario El Comercio.
Justamente, sobre el medioambiente y la calidad de vida, es necesarioresaltar que, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS),Lima es considerada la ciudad con el aire más contaminado en América Latina.Entre otras razones, una de ellas es el envejecido parque automotor de capital,en la que pululan vehículos con emisiones de alta toxicidad.
En tal sentido, la llegada de la electromovilidad a nuestropaís supone un importante cambio en pro del ambiente y la salud de las personas.Es así que un bus a combustión que circula en Lima emite, en promedio, 7.2toneladas de CO2 al mes. Por su parte, el recorrido de un bus 100% eléctricotiene como resultado cero emisiones.