“No está mal llevar gas a la población, pero no podemos hablar de masificación del gas natural sino incluimos al transporte”, comentó Erick García, miembro del consejo supervisor Infogas en el marco del evento PERÚ ENERGÍA Sur Cusco, donde desarrolló el tema “Importancia del gas natural en el transporte sostenible y competitividad país”.
En ese escenario, el experto explicó que la población emplea muy poco gas en comparación con el sector transporte, y precisó que una familia consume un balón de GLP al mes, lo que equivalente a 12 metros cúbicos, pero la carga de auto por día es de 12 metros cúbicos.
“Es decir, el consumo de un auto equivale al consumo de 30 casas al mes”, dijo García.
En ese sentido, sostuvo que si no se considera al transporte dentro de la masificación, el subsidio que hará el Estado será más grande. Lo que no es muy favorable porque el subsidio lo pagan todos los peruanos.
“Ya nos hemos dado cuenta que si el gas en el transporte no se masifica, entonces cada vez que suba el diésel o la gasolina lo vamos a sufrir todos”, comentó.
“En Cusco ya está por empezar la masificación, pero la región solo cuenta con dos estaciones a GNV”, acotó García, indicando que si en el modelo solo piensa en las viviendas entonces no será lo más eficiente.
Respecto al panorama actual del sector transporte, el también exdirector general de hidrocarburos del Ministerio de Energía y Minas sostuvo que el combustible más usado es el diésel, que se importa alrededor del 70%. Luego está el GLP, que también se importa en el orden del 30%. Y a este le sigue el diésel, que se importa en igual porcentaje del GLP.
“El único combustible que no importamos y del cual tenemos un excedente es el gas natural, que es el combustible de la transición energética si es que lo llevamos bien”, aseveró García, quien también lamentó que somos un país que no usa el gas natural para el transporte, pero si combustibles que importamos y son más contaminantes.
De igual manera, manifestó que si bien tenemos importantes reservas de gas, es vital que empecemos con los trabajos para aumentarlas, porque si no lo hacemos nos puede suceder lo que le pasó a Colombia, cuyas reservas ya no han aumentado y ahora están pensando en importar desde Venezuela.
“Más importante que la transición energética es la seguridad energética, porque es más caro el combustible que no tienes”, reflexionó.