Propuesta de normativa de emisiones Euro 7 podría ralentizar la transición a la movilidad eléctrica

La propuesta de normativa de emisiones Euro 7 podría ser perjudicial, tanto para la transición a la movilidad eléctrica como para el coste de los vehículos, según la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles.

Desde hace meses, incluso años, la Comisión Europea trabaja en la futura normativa de emisiones Euro 7 que, previsiblemente, iba a ser muy restrictiva con los vehículos de combustión, especialmente los diésel. Sin embargo, la propuesta de normativa podría ralentizar la transición a la movilidad eléctrica.

Lo dice la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), que afirma estar realmente preocupada sobre la propuesta de la Comisión Europea de nuevos estándares de emisión contaminantes para automóviles y furgonetas (Euro 7) y camiones y autobuses (Euro VII).

Actualmente, con las normas Euro 6/VI, la Unión Europea tiene las normas más completas y estrictas del mundo en materia de emisiones contaminantes, como NOx y PM. De hecho, gracias la tecnología de última generación que incorporan los coches modernos, las emisiones de escape ya se encuentran en un nivel apenas medible.


Según explicó Oliver Zipse, presidente de ACEA y director ejecutivo de BMW, “la industria automotriz se toma muy en serio su papel de reducir las emisiones de CO2 y contaminantes. De hecho, el año pasado hicimos una propuesta muy constructiva para un nuevo Euro 7 que traería una reducción importante en los contaminantes criterio, mejorando así la calidad del aire”.

Pero, “desafortunadamente, el beneficio ambiental de la propuesta de la Comisión es muy limitado, mientras que aumenta considerablemente el costo de los vehículos. Se centra en condiciones de conducción extremas que apenas tienen relevancia en la vida real”.

ACEA señala que la propuesta Euro VII es especialmente dura para los camiones. Por una parte, descuida por completo el cambio acelerado hacia los vehículos cero emisiones y, por otra, ignora el efecto de los objetivos futuros de CO2 para vehículos pesados.

Así lo explicó Martin Lundstedt, director ejecutivo de Volvo Group y presidente de la Junta de Vehículos Comerciales de ACEA: “Para cumplir con Euro VII, los fabricantes de camiones tendrán que trasladar importantes recursos financieros y de ingeniería de los vehículos eléctricos de batería y pila de combustible al motor de combustión interna”.

“Esto tendrá un impacto severo en nuestra transición a vehículos de cero emisiones. No es bueno para el clima, no es bueno para la salud de las personas y no es bueno para la industria”, añadió.

Y continuó espetando que “los legisladores deben centrarse en medidas que aceleren la renovación de la flota, priorizando las inversiones en vehículos de cero emisiones, que tendrán un impacto mucho mayor tanto en la calidad del aire como en la reducción de las emisiones de CO2”.