Volkswagen: Los coches autónomos serán la normalidad en 2030

Recientemente, Volkswagen tuvo que suprimir su inversión en Argo IA, la startup especializada en el desarrollo de coches autónomos. Sin embargo, el propio Thomas Schafer, CEO de Volkswagen, ha afirmado que, a pesar de todo, los modelos comerciales de la firma obtendrán la autonomía total a finales de esta década.

Cabe recordar que Volkswagen anunció en 2019 su apoyo en la startup Argo IA a través de una inversión económica de 2.600 millones de dólares. Sin embargo, recientemente se ha lanzado un comunicado en el que la firma alemana y Ford (el otro gran inversor de la empresa) han cesado su asociación. En el caso de la compañía estadounidense, los fondos allí empleados se han desviado directamente a su propia división de desarrollo tecnológico para mejorar los niveles de conducción 2 y 3 de sus actuales coches.

Sin embargo, Volkswagen no cesa en su empeño de lanzar modelos eléctricos totalmente autónomos. Buena muestra de ello es su furgoneta ID.Buzz que ya se encuentra de pruebas en ciudades como Múnich, donde el anterior CEO del Grupo Volkswagen pudo probar sus capacidades. El actual máximo directivo de Volkswagen ha afirmado que la compañía se encuentra actualmente “consolidando las asociaciones de desarrollo”. El responsable también añadió que “nuestro objetivo es ofrecer a los clientes las funciones más potentes lo antes posible y configurar nuestro desarrollo de la manera más rentable posible”.

Con esto, la compañía alemana ha sellado su compromiso con su división dedicada al desarrollo de software, Cariad, mientras que, paralelamente, también se encuentra trabajando con Bosch para posicionarse como el socio principal de componentes en todo el mundo.

Los planes de Volkswagen para el lanzamiento de un coche totalmente autónomo se han retrasado de forma notable con respecto a los plazos iniciales donde se afirmaba poder comercializar esta tecnología en apenas dos años. No obstante, el resto de fabricantes también se ha dado de bruces con la realidad y la práctica totalidad de ellos también han retrasado sus fechas. El desarrollo e implementación de la movilidad eléctrica ya precisa, de por sí, enormes cantidades económicas, a lo que hay que unir los estragos provocados por la pandemia, la escasez de microchips o los propios impedimentos legislativos.

“La tecnología se encuentra disponible y ya estamos probándola en Hamburgo y en Múnich. El coste de fabricar un vehículo con esta tecnología es algo prohibitivo y siempre existe la obligatoriedad de demostrar que este conduce mejor que un ser humano. La legislación para ello es enorme y totalmente diferente de un país a otro”, afirmó el CEO de Volkswagen.


“Hay que centrarse en la conducción autónoma, porque abre fuentes de ganancias y oportunidades nunca vistas. No diría que el primero se lo lleva todo, pero es un juego en el que debes estar pronto. No puedes esperar y luego avanzar rápidamente, por eso nos estamos enfocando totalmente en eso”, puntualizó Schafer.

El directivo se queja de que precisan de una legislación extendida, al menos, a todos los países de la Unión Europea. A esta dificultad hay que añadir la de la propia tecnología, puesto que “los sistemas de cámaras, los chips, el consumo de energía y la velocidad de cálculo, harán que un automóvil sea el dispositivo de recopilación de datos más grande que exista. Es realmente complejo”.

El gran objetivo de Volkswagen a medio plazo es que los clientes puedan ser transportados en uno de sus vehículos ID.Buzz totalmente autónomos a través del servicio de Moia, en 2025. Posteriormente a esto, esperan poder comercializar vehículos equipados con esta tecnología para finales de esta misma década o comienzos de la próxima.