Cálidda, Tecsur, Primax y Grupo Distriluz suben la apuesta por la descarbonización del transporte

Cuando hablamos de transición energética, tenemos que incluir al gas natural que, según los datos, ha demostrado ser el combustible alternativo que ayuda tremendamente a la reducción de emisiones de CO2. Según Hugo Calderón, gerente de operación directa de Primax, desde el 2006 hasta el 2019, con el uso del gas natural se ha dejado de emitir 13,5 millones de toneladas de CO2.

Una de las causas de este poco conocido éxito ambiental es el crecimiento del uso del GNV, dijo el ejecutivo de Primax, empresa con 66 estaciones en el país, y que recientemente ha “derribado un mito” muy extendido en el sector: de que el gas natural no funciona en altura. “Sí funciona”, afirma Calderón, al tiempo que revela que Primax, empresa que calcula que este año alcanzarán los 999 millones de metros cúbicos en venta de GNV en el país. Primax, dijo el ejecutivo, quiere extender aún más su red (y también el abastecimiento de GNV), pero los trámites para obtener los permisos siguen siendo un asunto que requiere una urgente atención.

Flota

Tecsur, el brazo operativo de Luz del Sur, es una de las empresas que más ha apostado por la electrificación de flota. Comenzó con 22 vehículos totalmente eléctricos. La concesión eléctrica de Luz del Sur es de aproximadamente 3,000 km2 que la recorren alrededor de 450 vehículos. La flota recorre, en un año, 10 millones de kilómetros, y emite 4,000 toneladas de CO2 anualmente, y solo la flota propia de Tecsur rondaba las 2,000 toneladas de CO2, pero al haber migrado una parte de ella a eléctricos, han reducido sus emisiones de sus vehiculares en 7%.

“Tiene un impacto verdaderamente importante [migrar a eléctricos]”, dijo Carlos Zúñiga, gerente comercial de Tecsur. Hoy la empresa cuenta con 52 vehículos eléctricos, entre livianos y pesados (12 con camiones), pero llegarán 46 más, y para diciembre contará con una flota de casi 100 vehículos eléctricos. “Los vehículos no llegan solos, lo hacen con su infraestructura de carga”, resaltó Zúñiga. “Al hablar de electromovilidad, hablamos de un ecosistema: normas, permisos, infraestructura, energía, que aún no está del todo claro” pero “la empresa privada está apostando fuertemente por el cambio” aunque “no todo es electrificable”.

Vehículos pesados

Jaime Aguilar, subgerente de transporte pesado de Cálidda, sostiene que el parque automotor de tractos y camiones está comenzando a darse cuenta de que migrar al gas natural tiene más ventajas que desventajas. En efecto, el gas natural reduce las emisiones en un porcentaje cercano al 30% si se usara otro combustible fósil pero además tiene la particularidad de que también genera considerables ahorros en costos de combustibles versus el diésel. La transición energética es importante siempre y cuando sea económicamente viable.

Actualmente, según datos de Cálidda, hay activados más de 8,000 vehículos pesados (tractos, camiones y buses) a GNV en el Perú. De cada cien camiones que se inmatriculan en Lima y Callao, tres ya son a gas natural. El avance parece poco pero es un gran cambio que comienza a materializarse en el segmento de vehículos pesados. Ahora bien, este ha sido un esfuerzo de Cálidda, Camisea, industrias y ciertas marcas que han contribuido con su portafolio de vehículos a gas natural. “Empresas como AJE acaban de concretar compras de camiones de reparto de más de 50 unidades a GNV”, reveló Aguilar.

Estudio

El Grupo Distriluz tiene influencia en 11 regiones del país. Y dada su importancia, han sido parte de un estudio relacionado con la integración de la electromovilidad en el Perú para identificar oportunidades y desafíos. Hidrandina, una de las empresas del grupo, proporcionó datos y llegó a la conclusión de que deberán establecer dos estrategias en un futuro no muy lejano: una de largo plazo y otra de corto plazo, una sin controles al realizar la carga y otra con temporizadores. La razón, explicó Miguel Cueva, gerente corporativo comercial del Grupo Distriluz, es intuitivamente técnica y lógica. En horas punta, el estrés del sistema es elevado y sucede que las horas punta, según el estudio, coincidiría con los horarios en los que usualmente un propietario de un auto eléctrico cargaría la batería, entre las 5 pm y las 9 pm. Por tanto, en esos intervalos sería necesario controlar los niveles de carga. En tanto, la estrategia a largo plazo está relacionada con las inversiones necesarias para que el consumo en hora punta no sea un obstáculo.

La electrificación del parque automotor del país es una de las inquietudes de Grupo Distriluz, que también tiene planes para adquirir coches eléctricos. Según sus planes, en 2025 esperan comprar diez vehículos enchufables y contar con dos estaciones de carga por empresa; son cuatro las compañías que la integran: Electrocentro, Hidrandina, Electronorte y Electronoroeste.