La alternativa al coche convencional, de propiedad y con motor de combustión, es cada vez mayor por la aparición de nuevas fórmulas más sostenibles para movernos por el núcleo urbano de las grandes ciudades. A la imparable proliferación del patinete y la bicicleta eléctrica, se le ha añadido una extensa red de vehículos eléctricos de alquiler, mientras un nuevo actor de esta movilidad floreciente llama a la puerta: el coche plegable.
Este vehículo que startups de países punteros en la industria de la automoción están desarrollando actualmente ya no pertenece únicamente al mundo de lo imaginario. Es un proyecto sólido y palpable que llega para hacerse un hueco en las calles de unas ciudades cada vez más congestionadas por el tráfico. El deseo de encoger el coche que todo conductor ha experimentado alguna vez cuando busca aparcamiento en la superficie es posible llevarlo a la realidad con estas nuevas propuestas -algunas de ellas con firma española- que vamos a ver a continuación.
Ntdenergy es una empresa de desarrollo tecnológico que impulsa desde Tudela (Navarra) el proyecto de movilidad eléctrica urbana Lakota. Este es el nombre que recibe su vehículo modular, que ya cuenta con dos prototipos, el Lakota Buggy y el Lakota Fold. Los dos modelos son de reducidas dimensiones y están diseñados especialmente para dar respuesta al cambio de tendencia que se está experimentando en la movilidad urbana.
La apuesta por la fabricación de un coche modular que puede reducir sus dimensiones de 3 a 2 metros de largo está avalada por los datos recopilados por Ntdenergy. La startup navarra recuerda que el 80% de los desplazamientos urbanos los realiza una única persona y que el 40% del consumo de combustible en ciudades se utiliza para buscar aparcamiento.
Al estar construido con dos bastidores, uno fijo y otro móvil, el Lakota es un coche que puede encoger hasta un metro de largo. Este es un recurso muy atractivo para sus usuarios ya que en algunas situaciones, especialmente cuando se está en busca de aparcamiento en la calle, resulta muy ventajoso frente a los coches tradicionales. Los impulsores de este proyecto aseguran que el Lakota, colocado de forma frontal en un aparcamiento estándar, solo ocupa un tercio del espacio destinado a un solo coche.
