La tecnología del hidrógeno llega al Dakar con Juvanteny, Criado y del Vall

El conocido MAN 6×6 de KH7-Epsilon que conduce Jordi Juvanteny es, sin duda, excepcional. Su motor ha admitido el paso de funcionar con gasoil a hacerlo con una mezcla gasoil/GPL y ahora, con gasoil/hidrógeno. No ha sido un paseo, han tenido sus problemas -aparte del infarto que casi le da a Jordi a José Luis y a Jordi Ballbé cuando estuvieron muy cerca de no dejarles tomar la salida- pero los han superado.


«Ahora mismo tenemos muchas ganas de descansar y de cenar, aunque esto último se está convirtiendo en una quimera al llegar tan tarde a cada campamento… En todo caso hoy tenemos más ganas de dormir que de comer», señaló José Luis Criado tras una etapa que pare ellos duró ocho horas. Y es que al ir cerrando la carrera -salen 15 minutos después del último- encuentran las pistas muy dañadas y las dunas convertidas en trampas. Jordi Juvanteny así lo admite: «en esta octava etapa, por ejemplo, cuando llegamos a las últimas dunas, todo era arena blanca, como polvo de talco, sin consistencia».

«Salir tan retrasados, saber que encontraríamos pistas destrozadas, que se haría de noche por el camino y que estábamos ante un Dakar de altísima exigencia, como los de antes… es lógico que cundiera el desánimo. Pero hemos sabido transformarlo en virtud, y hemos ido completando el recorrido día a día sin apenas errores y cuidando mucho el camión, que tan sólo ha tenido un problema de embrague y con un amortiguador en lo que llevamos de competición», continuó diciendo Juvanteny.

«Y aquí estamos, con el ánimo y la ilusión intactas, dispuestos a convertirnos en el primer vehículo con hidrógeno de la historia que termina esta carrera, y con ello decir alto y claro a todo el mundo que se puede competir con este combustible», ha explicado Criado, siempre locuaz.

El trío está muy satisfecho. Lo que más lamenta no es correr en una categoría especial, fuera de la clasificación general, sino “el no poder hacer lo que más nos gusta, ofrecer ayuda, esa eslinga amiga al que se queda trabado”, decía Juvanteny. Pero a quién ayudamos, queda fuera de carrera”, por un absurdo reglamentario.

Jordi Ballbé ha explicado que en esta última etapa «buscábamos un lugar para superar una duna y nos desviamos a la izquierda, y al hacerlo, saltó un waypoint que debía estar en lo alto de la duna. Ha sido un lugar donde había muchos coches y camiones atascados y al iniciar el ascenso, hemos marcado el waypoint y al salir por el mismo punto donde habían intentado iniciar el ascenso, se ha marcado el siguiente. Debe ser la suerte para los que la buscan».

El KH-7 Epsilon Team cierra una dura primera semana de carrera que les ha tenido 78 horas, 29 minutos y 11 segundos en pista para completar las ocho especiales programadas. Ello les permitiría estar en el ‘top 20’ de la clasificación de camiones.

Pero se muestran orgullosos y satisfechos. Son los primeros en llevar el hidrógeno al Dakar, de afrontarlo usando este combustible de futuro y dejando claro que el H2 -como luce su camión- ha llegado a esta prueba para quedarse.